Emvarias, filial del Grupo EPM, logró evitar una emergencia sanitaria y ambiental de grandes proporciones en el Relleno Sanitario La Pradera (RSLP), que habría puesto en riesgo la disposición de residuos sólidos de más de 40 municipios antioqueños y afectado a cerca de 4 millones de personas.
La situación fue atendida mediante un plan de contingencia que incluyó la capitalización de $337 mil millones por parte de EPM y una intervención integral en el vaso Altaír, cuya inestabilidad representaba una amenaza ambiental. Las obras ejecutadas contemplaron la construcción de 27 pozos para extracción de lixiviados, la instalación de un dique con material rocoso, la impermeabilización del suelo, sistemas de drenaje para aguas lluvias, coberturas sintéticas y un sistema de monitoreo continuo con tecnología avanzada.
“Recibimos el Relleno en condiciones críticas, pero con compromiso, transparencia y un gran equipo técnico logramos evitar una catástrofe”, señaló Gustavo Adolfo Castaño Galvis, gerente de Emvarias, quien destacó el liderazgo del alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga en el proceso.
Paralelamente, avanza la construcción del nuevo vaso La Piñuela, que entraría en operación en el último trimestre de 2025 y garantizaría la disposición final de residuos por al menos siete años más. Esta obra, iniciada en abril de 2024, cuenta con la participación de más de 1.500 trabajadores.
Actualmente, la operación continúa en el vaso La Música, reabierto el 1 de diciembre de 2024, que recibe diariamente cerca de 3.500 toneladas de residuos del área metropolitana y otros municipios del departamento.
La intervención oportuna en La Pradera es considerada una de las acciones ambientales más importantes de los últimos años en Antioquia, y un paso clave hacia un modelo sostenible de manejo de residuos en la región.