En defensa de la diplomacia

Por Hatem Dasuky
Periodista, ex diplomático.

Ser diplomático de carrera fue un anhelo de juventud que no pude cumplir. Era un muchacho de provincia que no tenía manera de mantenerme un año en Bogotá, no tenía familiares que me recibieran y en ese momento el mundo no era tan abierto como hoy.
Muchos años después la vida me dio el honor y privilegio de ocupar algunos cargos diplomáticos en tres gobiernos diferentes. Los desempeñé con decoro y orgullo. Estudié sobre Relaciones Internacionales, aprendí a conocer el servicio exterior, sus fortalezas, debilidades y la cancillería me dejó historias inolvidables y grandes amigos.
Fui testigo de los esfuerzos que muchos debían hacer para estudiar sus cursos de ascenso, perfeccionar su segundo idioma, aprenderse los tratados y convenios internacionales firmados por Colombia, entre muchas otras cosas.
Pero también conocí los sacrificios personales y familiares que muchos tienen que afrontar al ser destinados a una misión donde es imposible tener a sus hijos, esposas o familiares, causando frecuentemente el desarraigo y la separación de los hogares.
No son “riquitos blanquitos de las élites” como los califica Petro haciéndoles burla, con ese resentimiento social que le aflora. Son funcionarios que como la mayoría de colombianos, se esforzaron y estudiaron juiciosamente para lograr su sueño.

Ahora viene este gobierno, con su tradicional estilo autoritario, a pupitrazo limpio a expedir un decreto donde eliminan de un plumazo todos los requisitos para ser cónsules o embajadores, dejando abierta la puerta para que cualquier “twitero” pueda representar los intereses de Colombia en el exterior. ¿Qué tal? Manejando el país con el mismo odio que destilan en sus redes sociales.
Esto es tan burdo como que cualquier ciudadano de 25 años pueda ser General de la República sin cumplir los requisitos, méritos y experiencia que se requiere para serlo.
Todo en represalia porque a varios de los suyos les tumbaron los nombramientos desde la Asociación Diplomática y Consular, ASODIPLO, que con razón argumentó la falta de experiencia como uno de los varios requisitos para ocupar los cargos desde cónsules y embajadores.
Ojalá se caiga ese proyecto que atenta contra la carrera diplomática y la excelencia en el servicio exterior.

@unidiplo
@asodiplo