Esposa del ministro de Salud acusada de presionar ilegalmente a funcionarios

Un nuevo escándalo sacude al sector salud en Colombia. Beatriz Gómez Consuegra, vinculada a la Superintendencia Nacional de Salud y esposa del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha sido señalada de presionar ilegalmente a funcionarios para que firmaran un contrato millonario relacionado con un buque hospital destinado al Amazonas, pese a múltiples advertencias sobre su inviabilidad financiera.

La denuncia fue revelada por el periodista Daniel Coronell en su columna de “Los Danieles”, donde expone que Gómez Consuegra, en su calidad de superintendente delegada para prestadores del servicio de salud, habría ejercido amenazas y coerción sobre los trabajadores del sector para concretar la firma del contrato. Según la investigación, los empleados fueron advertidos de posibles represalias si se oponían a la ejecución del proyecto, lo que ha generado preocupación en distintos sectores políticos y ciudadanos.

El contrato en cuestión contemplaba la adquisición y operación de un buque hospital para atender a comunidades remotas del Amazonas, una iniciativa que en teoría parecía beneficiosa para la población, pero que, según expertos en el sector, no contaba con los estudios técnicos y financieros adecuados. A pesar de los reiterados llamados de atención sobre las deficiencias del proyecto, Gómez Consuegra habría insistido en su aprobación, lo que ha levantado sospechas sobre posibles intereses políticos o económicos detrás de la operación.

Frente a las acusaciones, el Ministerio de Salud aún no ha emitido un pronunciamiento oficial, mientras que la Superintendencia Nacional de Salud ha evitado hacer declaraciones al respecto. No obstante, distintos sectores han exigido una investigación exhaustiva por parte de los organismos de control para esclarecer la responsabilidad de los implicados y determinar si hubo abuso de poder o violaciones a la normativa vigente.

El caso ha generado reacciones en el Congreso y entre líderes de la oposición, quienes han pedido explicaciones al ministro Jaramillo sobre el papel de su esposa en la Superintendencia y las presuntas presiones ejercidas. En redes sociales, ciudadanos han manifestado su indignación ante lo que consideran un nuevo episodio de corrupción en el manejo de los recursos públicos del sector salud.

Este escándalo se suma a otras controversias en la administración del sistema de salud en el país, lo que pone en entredicho la transparencia y gestión de los altos funcionarios encargados de velar por el bienestar de los colombianos. Las próximas semanas serán clave para determinar el rumbo de esta investigación y las posibles consecuencias para los involucrados.