El gobierno de Estados Unidos reeditó este lunes su alerta de viaje de nivel 4 para Venezuela, instando a sus ciudadanos a no viajar ni permanecer en el país sudamericano ante un creciente panorama de riesgos que incluyen detención injusta, tortura, terrorismo y secuestro. La advertencia, publicada por el Departamento de Estado, actualiza la alerta vigente desde 2019 y amplía las amenazas potenciales para los estadounidenses.
«No viaje ni permanezca en Venezuela debido al alto riesgo de detención injusta, tortura, terrorismo, secuestro, aplicación arbitraria de las leyes locales, delincuencia, disturbios civiles y deficiente infraestructura sanitaria», señala el comunicado oficial.
Aunque la alerta ya era de nivel máximo desde hace seis años, esta reedición —impulsada por la administración del expresidente Donald Trump— incorpora nuevos factores de riesgo, tras la confirmación del secretario de Estado, Marco Rubio, sobre la participación de su gobierno en la operación que rescató a varios opositores venezolanos asilados en la Embajada de Argentina en Caracas. El hecho habría intensificado la represión del régimen de Nicolás Maduro contra activistas y adversarios políticos.
Desde marzo de 2019, la Embajada de Estados Unidos en Caracas suspendió sus operaciones y evacuó a todo su personal diplomático. Desde entonces, los servicios consulares —incluyendo emergencias— permanecen suspendidos, lo que deja a los ciudadanos estadounidenses sin acceso a asistencia en caso de detención o cualquier otra situación crítica.
El Departamento de Estado advierte que existen numerosos casos documentados de ciudadanos estadounidenses detenidos sin cargos formales durante años, sin notificación a sus familiares ni acceso a abogados independientes. En muchos casos, las autoridades norteamericanas ni siquiera son informadas de estas detenciones. Exdetenidos y organizaciones de derechos humanos han denunciado torturas, tratos inhumanos, golpizas, inmovilización forzada y simulaciones de ahogamiento.
A ello se suma un ambiente generalizado de violencia. «Los delitos violentos, como homicidios, robos a mano armada, secuestros y robos de vehículos, son comunes en Venezuela», apunta la alerta. También señala que las manifestaciones políticas suelen degenerar en disturbios, con una fuerte represión por parte de las fuerzas de seguridad, incluyendo el uso indiscriminado de gases lacrimógenos, gas pimienta y balas de goma.
La advertencia también destaca la presencia de grupos terroristas colombianos en las regiones fronterizas con Colombia, Brasil y Guyana, así como problemas graves de escasez de gasolina, electricidad, agua potable, medicinas y otros insumos básicos.
Recomendaciones extremas para viajeros
A pesar de la severidad de la alerta, el Departamento de Estado incluye una lista de recomendaciones para quienes, por necesidad o decisión propia, decidan viajar a Venezuela. Entre ellas se destacan medidas inusuales como redactar un testamento, contratar seguridad privada y preparar protocolos de comunicación con familiares, incluyendo pruebas de vida.
Otras sugerencias incluyen:
- No depender del gobierno de EE. UU. para traslados o evacuaciones.
- Llevar medicinas suficientes para toda la estancia.
- Evitar taxis no regulados y viajes nocturnos.
- Inscribirse en el Programa de Inscripción de Viajero Inteligente (STEP).
- Consultar avisos de la FAA sobre el espacio aéreo venezolano.
- Actualizar vacunas y considerar profilaxis contra la malaria.
La advertencia concluye con una recomendación enfática: no ingresar a Venezuela sin una visa válida, ya que esto podría resultar en detención indefinida sin acceso consular.