Ozzy Osbourne, el icónico cantante de Black Sabbath y conocido mundialmente como el “Príncipe de las Tinieblas”, ha fallecido este martes a los 76 años, informó su familia a través de un comunicado. Según expresaron, el artista murió “rodeado de amor”.
“Con una tristeza mayor de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estuvo acompañado de su familia y rodeado de amor. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento”, señala el mensaje firmado por Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis.
La noticia llega pocos días después de su última aparición en el escenario, donde compartió con los miembros originales de Black Sabbath –Geezer Butler, Tony Iommi y Bill Ward– en Villa Park, Birmingham. El concierto, promocionado como “el mayor espectáculo de heavy metal de la historia”, marcó su despedida definitiva ante miles de fanáticos, en un show donde incluso presenció la propuesta de matrimonio de Sid Wilson a su hija Kelly.
Ozzy Osbourne, nacido como John Michael Osbourne en Birmingham en 1948, tuvo una vida marcada por la superación y la controversia. Dejó la escuela a los 15 años y trabajó como obrero, fontanero y en un matadero, además de pasar dos meses en prisión por robo antes de descubrir su pasión por la música inspirado por The Beatles.
Su trayectoria despegó en 1967 junto a Geezer Butler en Rare Breed, formación breve que luego derivaría en Polka Tulk Blues con Tony Iommi y Bill Ward, para transformarse finalmente en Black Sabbath. El lanzamiento de su álbum homónimo en 1970 revolucionó la música, con riffs oscuros, letras cargadas de ocultismo y la inconfundible voz de Ozzy, consolidándolo como pionero del heavy metal.
Tras éxitos como “Paranoid”, Osbourne dejó la banda en 1978 por problemas de adicciones, y su vida personal también enfrentó cambios con el fin de su primer matrimonio con Thelma Mayfair. Fue entonces cuando conoció a Sharon Arden, su mánager y futura esposa, con quien tuvo tres hijos y construyó un nuevo capítulo en su carrera.
Como solista, su álbum Blizzard of Ozz (1980) alcanzó estatus multiplatino con himnos como “Crazy Train”, mientras su figura crecía entre el mito y la controversia, como cuando mordió la cabeza de un murciélago en pleno concierto. En 1992 anunció su retiro, pero regresó cuatro años después con el festival Ozzfest, impulsando a nuevas generaciones de metaleros.
En 1999, su retorno a Black Sabbath les valió un Grammy por “Iron Man”, reconocimiento que repitieron en 2013 con “God Is Dead?”. Su vida familiar se volvió pública en 2001 con el reality The Osbournes de MTV, que rompió récords de audiencia y catapultó a sus hijos Jack y Kelly a la fama.
En 2020, Ozzy reveló su diagnóstico de Parkinson, y aunque su salud se deterioró, continuó componiendo y apareciendo en eventos hasta su despedida final este mes.
Ozzy Osbourne deja un legado imborrable en la historia del rock y el heavy metal, inspirando a millones con su música, su estilo único y su inquebrantable conexión con los fanáticos.