El programa retoma el legado del desaparecido Instituto Mi Río y busca una gestión integral del agua con una inversión de más de $663 mil millones.
Medellín vuelve su mirada al río y a sus quebradas. Después de más de dos décadas, el alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga presentó este martes el programa “Mi Río, Mis Quebradas”, una iniciativa que renace inspirada en el legado del Instituto Mi Río —vigente hasta 2002— y que plantea una apuesta integral por la conservación, recuperación y sostenibilidad de los afluentes hídricos del Valle de Aburrá.
El Distrito de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) sellaron una alianza histórica con una inversión de $663.383 millones para el período 2024–2027, de los cuales $120.000 millones estarán destinados exclusivamente al eje del río Medellín, una cifra 3.600 % superior a la del periodo anterior. Gracias a las obras incluidas en este programa, se generarán 1.700 empleos.
“Como ciudad estábamos en deuda de mirar hacia el río y nuestros afluentes. Tenemos que reconocer que los esfuerzos hechos hasta ahora han sido insuficientes. Estamos a tiempo de tomar las decisiones correctas para caminar hacia lo que necesita Medellín”, señaló el mandatario local durante la presentación.
La iniciativa contempla 21 nuevas obras hidráulicas en quebradas, la atención de 30 puntos críticos en el eje del río y la intervención de 40.000 metros cuadrados de espacio público. Además, busca involucrar a las comunidades en procesos de educación ambiental, apropiación del territorio y reducción de riesgos asociados al cambio climático.
El alcalde recordó que esta apuesta tiene antecedentes en los Corredores Verdes y en las intervenciones en zonas de riesgo realizadas durante su primera administración (2016–2019). En la actual gestión ya se entregaron obras en La Malpaso, La Poblada, La Presidenta y La Marucha, y avanzan proyectos en Altavista, Cabuyala, El Pelón, La Chorrera, La Aguadita y La Honda, además de una obra hidráulica clave en la quebrada La Toscana, que solucionará las inundaciones históricas de esa zona.
Del total de la inversión, el Distrito aportará $366.383 millones, el AMVA $282.000 millones y el Metro de Medellín $15.000 millones, permitiendo que las intervenciones también beneficien a los nueve municipios restantes del Valle de Aburrá, desde Caldas hasta Barbosa.
“Muchos barrios están construidos sobre quebradas. La gente dice: ‘la quebrada me dañó la sala’; no, la sala se metió en la quebrada. Con estas obras vamos a pasar del riesgo a la oportunidad, mejorando la calidad de vida y garantizando que las familias puedan dormir tranquilas”, enfatizó Gutiérrez.
Para el primer semestre de 2026, se iniciará la contratación para el mantenimiento de 197 puntos críticos en quebradas y los estudios del sistema de drenaje en varias de ellas, junto a proyectos de amoblamiento y paisajismo. Las principales obras concluirán entre 2026 y 2027, y el proyecto dejará un plan maestro hasta 2040, incorporado en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y el Plan de Acción Climática, garantizando la sostenibilidad a largo plazo de las intervenciones.
Con “Mi Río, Mis Quebradas”, Medellín reafirma su compromiso con el medio ambiente y el desarrollo urbano sostenible, recuperando el valor del agua como eje vital de la ciudad y su gente.