La primera dama de Cali, Taliana Vargas, hizo un emotivo llamado a las mujeres para que se apropien del autocuidado y la prevención en salud, tras contar la experiencia reciente de su madre, a quien le fue detectado y retirado un tumor benigno gracias a los controles médicos.
“Hace tres semanas le quitaron un tumor benigno a mi mamá, y fue gracias a la prevención que pudimos detectarlo a tiempo. El año pasado no tenía absolutamente nada y este año ya había aparecido un tumorcito”, relató Vargas.
La exreina y gestora social también mencionó el caso de una amiga cercana de su misma edad que debió practicarse una biopsia recientemente, como ejemplo de que la salud femenina es un asunto que atraviesa generaciones y que no debe ser motivo de vergüenza ni de silencio.
Durante su intervención, Vargas insistió en la necesidad de romper tabúes y hablar con naturalidad sobre los chequeos médicos, los autoexámenes y las experiencias de salud de cada mujer: “Necesitamos quitarnos ese tabú y hablar de frente, hablar con tranquilidad sobre el autocuidado, sobre los autoexámenes, sobre qué te pasó y cómo te va, para así protegernos las unas a las otras”, expresó.
La primera dama recalcó que muchas veces el miedo, la vergüenza o la falta de conversación abierta hacen que miles de mujeres lleguen tarde a un diagnóstico. “El autocuidado no es solo un asunto médico, es un acto de amor propio y también de solidaridad entre mujeres”, dijo.
Un llamado a la prevención
En Colombia, según cifras del Ministerio de Salud, el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en mujeres. Los especialistas insisten en que la detección temprana salva vidas y que los autoexámenes regulares, las mamografías y los controles médicos son fundamentales para reducir riesgos.
El mensaje de Vargas apunta a transformar la cultura del silencio en una red de apoyo y confianza entre mujeres. Hablar, preguntar, acompañar y compartir experiencias puede marcar la diferencia entre un hallazgo a tiempo o una detección tardía.
El testimonio de Taliana Vargas pone en evidencia que nadie está exento y que la prevención no distingue edad, clase social ni condición. Su llamado es también un recordatorio colectivo: cuidarnos a nosotras mismas es cuidarnos entre todas.

La salud femenina no debe ser un tema de tabú ni de temor, sino de conversación abierta y constante. La prevención es la llave, pero la empatía y la compañía son el camino para que más mujeres se salven, como ocurrió con la madre de la primera dama.