Gury Rodríguez: “No podemos dejarnos robar la democracia en 2026”

En un contundente mensaje publicado en sus redes sociales, el concejal de Medellín Andrés Gury Rodríguez, reconocido opositor al gobierno de Gustavo Petro, lanzó una alerta sobre lo que califica como una “estrategia ideológica globalista” que estaría tomando control de las instituciones democráticas de América Latina bajo la fachada de justicia y lucha contra la corrupción.

Rodríguez aseguró que Colombia está en la mira de una red de poder organizada que opera desde el llamado Foro de São Paulo, instancia internacional que agrupa a partidos de izquierda y que ha logrado influenciar gobiernos en toda la región.

Actualmente, 11 países de América Latina —entre ellos Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, México y Cuba— están gobernados por la izquierda. Solo cuatro naciones (Argentina, Paraguay, Perú y Ecuador) conservan gobiernos más orientados al conservadurismo o al liberalismo. “Esto no es casualidad. Es una estrategia coordinada y silenciosa para capturar democracias desde adentro”, advirtió el concejal.

En su declaración, Gury Rodríguez señaló directamente al exministro de Defensa Iván Velásquez, a quien acusó de haber implementado en Guatemala un sistema paralelo de justicia a través de la CICIG, que lejos de combatir la corrupción, habría sido utilizado para perseguir opositores, fabricar pruebas y manipular medios de comunicación, en lo que describe como un ejemplo clásico de “derecho penal del enemigo”.

Desde la capital antioqueña, Rodríguez no solo advierte sobre los peligros de replicar el modelo guatemalteco, sino que hace un llamado a la movilización ciudadana frente a lo que considera un riesgo real para las elecciones presidenciales de 2026.

“No podemos dejarnos robar la democracia, ni las elecciones del 2026. Debemos frenar este plan antes de que sea irreversible. Colombia merece justicia, no venganza; democracia, no dictadura judicial”, afirmó el concejal.

Rodríguez denunció que lo ocurrido en Guatemala fue parte de una “guerra de cuarta generación”, donde las armas se cambiaron por micrófonos, y los tribunales sustituyeron a los cuarteles. “Todo con aval de ONG’s y organismos internacionales que no rinden cuentas”, agregó.

“Yo sí voy a hablar. Yo sí voy a denunciar. Voy a contar paso a paso cómo opera este modelo autoritario encubierto. Esto apenas comienza.” concluyó el concejal