Angélica Pacheco, hija de Jesús Antonio Pacheco Oviedo, funcionario del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), lanzó un emotivo y contundente llamado al grupo armado y al Gobierno nacional para exigir la liberación inmediata de su padre y de los demás cautivos que completan casi seis meses en poder del Frente de Guerra Oriental. En un mensaje difundido por medios de comunicación, Pacheco expresó el dolor que vive su familia desde el 8 de mayo, cuando su padre y su compañero Rodrigo Antonio López Estrada fueron secuestrados en el municipio de Fortul, Arauca, mientras cumplían labores oficiales.
“Mi papá no es una silla vacía en el comedor de mi casa, es una víctima de la violencia de hoy en este país. Hoy lleva casi seis meses en condición de retención y eso nos duele profundamente como familia y como ciudadanos que creemos en la vida, en la justicia y en la paz”, manifestó Angélica Pacheco. La joven mostró su preocupación por la salud de su padre, luego de que el ELN publicara el 26 de octubre una nueva prueba de supervivencia en la que el funcionario aparece visiblemente deteriorado. “Supimos que mi papá está delicado de salud y eso nos tiene muy preocupados. Mantenerlo en estas condiciones no solo vulnera sus derechos humanos, pone en riesgo su vida”, señaló.
Pacheco pidió acciones humanitarias urgentes que permitan el regreso con vida de los secuestrados y exhortó tanto al Gobierno como al ELN a respetar los derechos de los retenidos. “Pedimos que se le respete, que se le proteja, que puedan regresar a casa. Sabemos que existe una mesa de diálogo entre el Gobierno nacional y el ELN, y nuestra solicitud no busca interferir en esos procesos”, aclaró. Asimismo, hizo un llamado a las instituciones del Estado para que ejerzan presión moral y jurídica sobre la situación. “Lo que pedimos es que se invoque el poder moral de las instituciones, especialmente de los magistrados de la Corte Constitucional, para que exhorten tanto al Gobierno nacional como al ELN a adelantar acciones humanitarias concretas que permitan la liberación de nuestros familiares.”
El caso de Pacheco Oviedo y López Estrada hace parte de los cuatro funcionarios retenidos por el ELN desde mayo de 2025. Además de ellos, permanecen en cautiverio los patrulleros Yordy Fabián Pérez Mendoza y Frankesley Hoyos Murcia, de la Policía Nacional, secuestrados el 20 de julio en la vía entre Tame y Arauca. El grupo insurgente difundió recientemente un video anunciando la apertura de un “juicio revolucionario” contra los funcionarios, bajo el argumento de supuestos incumplimientos del Estado en los diálogos de paz. Según su comunicado, los cautivos podrían enfrentar penas de entre tres y siete años de prisión bajo custodia del Frente de Guerra Oriental, aunque aseguran que “preservarán la vida de los prisioneros”. Las imágenes difundidas los días 20 y 26 de octubre muestran a los secuestrados enviando mensajes al presidente Gustavo Petro y a la fiscal general Luz Adriana Camargo, solicitando su intervención y atención médica urgente.
Ante la creciente preocupación, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, se pronunció en las redes oficiales del Ministerio: “A nuestros dos policías y dos funcionarios de la Fiscalía secuestrados por el ELN: no los hemos abandonado. Reconocemos su valentía y estamos seguros de que regresarán pronto a casa, sanos y salvos. Todo el Estado está con ustedes.”
Angélica Pacheco finalizó su declaración con un mensaje lleno de esperanza dirigido directamente a su padre: “Al Ejército de Liberación Nacional les pido de corazón: respeten la vida y la salud de mi padre y de los demás retenidos. Si el canje que ustedes proponen no puede realizarse, libérenlos como un acto humanitario, como una muestra real del compromiso que ustedes tienen con la paz.” Y cerró con un mensaje que resume el sentimiento de todas las familias que esperan el regreso de sus seres queridos: “Papá, si puedes escucharme, quiero que sepas que te quiero, que te esperamos y que no vamos a rendirnos hasta verte libre y sano. Esto no es un mensaje político, es un llamado humano para que la verdadera paz empiece, porque ésta empieza cuando la vida y la dignidad son respetadas por encima de todo.”