Una iguana que permaneció más de 25 años en cautiverio dentro de una vivienda y tres tortugas morrocoy que fueron mantenidas como “mascotas” durante 15 años, fueron entregadas voluntariamente al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
Los animales llegaron en delicado estado de salud. La iguana presentaba desnutrición, ausencia de falanges en sus patas, piel seca con descamación y pérdida total de conductas naturales: no corría ni reaccionaba como lo haría un ejemplar silvestre, lo que evidencia el impacto del cautiverio prolongado.
Por su parte, dos de las tres tortugas mostraban deformaciones en el caparazón (piramidismo), consecuencia de una alimentación inadecuada y condiciones de encierro inapropiadas.

“El caso refleja el grave sufrimiento que viven los animales silvestres cuando se mantienen como mascotas. Pierden su libertad, su salud, sus comportamientos naturales y, en muchos casos, su vida”, informó el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
El CAVR ha recibido desde 2024 más de 130 iguanas y 1.800 tortugas morrocoy entre entregas voluntarias e incautaciones, lo que confirma que estas especies están entre las más traficadas y mantenidas ilegalmente en cautiverio en la región.
La entidad recordó a la ciudadanía que los animales silvestres no son mascotas e hizo un llamado a entregarlos voluntariamente para garantizar su rehabilitación y conservación. Además, puso a disposición la línea de emergencias de fauna silvestre 304 630 0090, disponible para reportar casos o recibir orientación.