El alza del 10% en aranceles impactará el transporte de bienes esenciales y encarecerá productos de la canasta familiar, aumentando la presión sobre el bolsillo de los hogares en medio de una crisis económica.
La propuesta de decreto presentada por los ministerios de Hacienda y Comercio, que contempla un incremento del 10% en los aranceles para vehículos, autopartes, motopartes y bicicletas, ha encendido las alarmas en diversos sectores económicos del país. La Asociación del Sector Motriz y sus Partes (Asopartes) manifestó su profunda preocupación por el impacto que esta medida tendría en la competitividad de la industria automotriz y en la economía de los colombianos.
Un golpe directo a los costos de transporte
Carlos Andrés Pineda, presidente de Asopartes, advirtió que esta decisión incrementará los costos operativos de camiones, tractocamiones y transporte público, medios esenciales para la distribución de bienes básicos. Este encarecimiento del transporte afectará directamente los precios de los productos de la canasta familiar, agudizando la crisis generada por los recientes aumentos en los combustibles y peajes.
“Estamos enfrentando un escenario crítico. Estas medidas solo incrementarán la presión económica sobre los colombianos, especialmente en sectores de bajos ingresos y zonas rurales, donde la movilidad y el acceso a productos esenciales ya son limitados”, señaló Pineda.
Efectos colaterales en la seguridad y el mercado
Asopartes también alertó sobre otros posibles efectos negativos:
- Aumento del mercado informal: Los altos costos podrían incentivar la entrada de autopartes de baja calidad en el mercado ilegal, poniendo en riesgo la seguridad de los vehículos y de sus usuarios.
- Menor acceso al mantenimiento vehicular: El incremento de los precios en repuestos dificultará el mantenimiento de automóviles y motocicletas, afectando la movilidad de muchos colombianos.
- Desventaja competitiva para las autopartes nacionales: Las empresas locales podrían perder terreno frente a competidores internacionales debido a los mayores costos de producción y comercialización.
Ante este panorama, Asopartes hizo un llamado al gobierno nacional para abrir espacios de diálogo con los actores del sector automotriz y buscar alternativas sostenibles. Entre las propuestas planteadas están:
- Implementar incentivos fiscales que promuevan la producción nacional de autopartes de alta calidad.
- Diseñar políticas arancelarias que fomenten la competitividad sin perjudicar la economía de los hogares colombianos.
- Crear medidas que garanticen la seguridad vial y la sostenibilidad del sector, sin comprometer su viabilidad económica.
“Entendemos la importancia de formalizar y fortalecer el sector automotor, pero esto debe hacerse con un enfoque equilibrado que no perjudique el bienestar de los colombianos ni la competitividad de nuestra industria”, concluyó Pineda, reiterando la disposición de la asociación para trabajar junto al gobierno y otros sectores en la construcción de soluciones que beneficien a todos.
La propuesta del gobierno sigue generando debate mientras miles de familias y empresas esperan decisiones que no agraven la situación económica que atraviesa el país.