Inflación en Colombia cerró 2024 en 5,20%, la más baja desde 2020

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que la inflación en Colombia durante el año 2024 se ubicó en 5,20%, una cifra que, aunque alta en comparación con los objetivos del Banco de la República, representa una reducción significativa de 4,08 puntos porcentuales respecto al 9,28% registrado en 2023. Este dato marca el nivel más bajo desde 2020, cuando la inflación fue de 1,61%.

A pesar de la mejora general, sectores como educación, restaurantes y hoteles, y alojamiento y servicios públicos continuaron presentando incrementos por encima del promedio nacional:

  • Educación: 10,6%
  • Restaurantes y hoteles: 7,9%
  • Alojamiento y servicios públicos: 7,0%

Estas divisiones evidencian presiones inflacionarias relacionadas con costos operativos y demanda sostenida en estos sectores.

En Medellín, la inflación anual se ubicó en 5,66%, superando el promedio nacional y siendo la cuarta más alta del país. Solo Bucaramanga (6,1%), Pereira (6,0%) y Bogotá (5,7%) registraron variaciones mayores. En la capital antioqueña, las divisiones de restaurantes y hoteles (9,4%), educación (8,6%) y alojamiento y servicios públicos (7,8%) fueron las principales responsables del aumento.

De acuerdo con el área de Investigaciones Económicas y de Mercado de Fenalco Antioquia, la reducción de la inflación refleja el impacto de políticas monetarias más restrictivas y la moderación de los precios internacionales de alimentos y energía. Sin embargo, la inflación todavía se encuentra por encima del rango meta del Banco de la República, que oscila entre el 2% y el 4%.

El comportamiento positivo en la moderación de precios podría ser un aliciente para la recuperación económica del país en 2025, aunque sectores como el educativo y el de servicios siguen siendo desafíos significativos para lograr una inflación más equilibrada.

La mejora en las cifras inflacionarias de 2024 refuerza la necesidad de medidas que mantengan la estabilidad de precios y reduzcan las brechas regionales que afectan a ciudades como Medellín, donde los consumidores sienten con mayor fuerza los efectos del aumento del costo de vida.