A pocas semanas de que bajen las temperaturas en Europa hay preocupación por el suministro de gas ya que sus países dependen de este combustible para generar electricidad, transporte y calefacción.
Y es que la guerra de Rusia y Ucrania ha hecho que el precio del gas se dispare luego de que Rusia cortará el suministro de gas a Italia, Polonia y Bulgaria, además frenó el envío a empresas que suministran energía a Finlandia, Países Bajos, Dinamarca, Letonia y Alemania.
“En caso de un cese completo de las importaciones de Rusia, un invierno más frío de lo normal, o ambos, el gas escasearía antes de finales de marzo de 2023” aseguró John Kemp, analista de mercado
Por esta razón la Unión Europea ha establecido objetivos mínimos de almacenamiento que hoy está en un 90 por ciento, un 15 por ciento más alto que el año pasado.
“El almacenamiento está destinado a hacer frente a las variaciones estacionales en el consumo, no a proporcionar una reserva estratégica en caso de bloqueo”.
El presidente de Francia Emanuel Macron pidió a los franceses que se preparen para una nueva era de “austeridad” energética con el fin de enfrentar la amenaza de un duro invierno.
Por eso pidió a los ciudadanos que ahorren energía aumentando el uso compartido de autos, bajando los termostatos y apagando los carteles publicitarios por la noche, de lo contrario, se enfrentarán al riesgo de apagones o racionamiento de la energía.
En la actualidad se discute establecer un tope en el precio del gas en toda la unión europea, así como un recorte obligatorio del 5 por ciento en el uso de electricidad durante los períodos de precios pico.
Redacción Diario Editorial
5 de octubre de 2022