La televisión estatal iraní confirmó la noticia: el presidente Ebrahim Raisi perdió la vida en un accidente de helicóptero en una zona montañosa al noroeste de Irán, a 670 kilómetros de Teherán. El mandatario viajaba junto a destacados dirigentes de la República Islámica, incluido el ministro de Exteriores, Amir Abdollahian.
El fatal accidente ocurrió en la madrugada, y las autoridades confirmaron la muerte de todos los pasajeros del helicóptero. Las imágenes mostraron la aeronave siniestrada contra el pico de una montaña. A pesar de los esfuerzos de rescate, la aeronave fue localizada más de 12 horas después del incidente, debido a las difíciles condiciones meteorológicas.
Equipos de rescate de países vecinos como Turquía, Rusia, Qatar e Irak se unieron a las labores de búsqueda en el terreno montañoso y de difícil acceso. Los cuerpos de Raisi, Abdollahian y los demás fallecidos fueron trasladados a Tabriz, donde se llevará a cabo el funeral del presidente.
El exministro de Exteriores, Javad Zarif, atribuyó el accidente a las sanciones estadounidenses en el sector de aviación iraní, declarando que Estados Unidos provocó esta tragedia al sancionar la venta de la industria de aviación a Irán. Esta afirmación generó una fuerte conmoción en el país.
Aunque inicialmente se consideró un aterrizaje forzoso, el operativo de búsqueda reveló que se trató de un accidente, destacando las difíciles condiciones climáticas como un factor complicado en la misión de rescate. La aeronave, un modelo Bel 212 de fabricación estadounidense, fue encontrada calcinada a unos 70 kilómetros del lugar donde se perdió la señal GPS.
La nación iraní se encuentra en duelo por la pérdida de su presidente y otros líderes, mientras que continúan las investigaciones sobre las causas exactas de este suceso.