El Gobierno de Jamaica declaró zona de desastre nacional a todo el país debido a los graves daños provocados por el huracán Melissa, uno de los fenómenos más poderosos en la historia reciente del Caribe. La medida fue adoptada por el primer ministro Andrew Holness, siguiendo las recomendaciones de la Oficina de Preparación y Gestión de Desastres (ODPEM) y del ministro de Gobierno Local, Desmond McKenzie. “El huracán Melissa, un sistema sin precedentes de categoría 5, está ahora sobre la isla y esto exige una nueva disposición legislativa bajo el DRMA”, afirmó Holness, al anunciar la medida de emergencia.
El Gobierno activó medidas legales para evitar la especulación de precios y proteger el acceso a alimentos, agua y medicinas, mientras avanzan las labores de rescate y reconstrucción. El Ministerio de Industria y Comercio, encabezado por el senador Aubyn Hill, renovó la orden comercial que prohíbe aumentos injustificados en los precios de bienes esenciales. “Debemos mantener la estabilidad, proteger a los consumidores y evitar cualquier tipo de explotación en momentos en que los ciudadanos buscan comida, agua y suministros”, señaló el primer ministro.
Entre las acciones inmediatas, el Ejecutivo ordenó el despliegue de cuadrillas para restablecer la movilidad en carreteras y puentes bloqueados por las inundaciones. Las parroquias de Kingston, Montego Bay y St. Ann’s Bay concentran los mayores daños, con viviendas colapsadas, hospitales inundados y vías obstruidas.
Pese a la devastación, Holness aseguró que el país se enfocará en una reconstrucción con resiliencia: “Reconstruiremos y lo haremos incluso mejor que antes. Sé que muchos sienten desánimo, pero los jamaicanos siempre hemos sabido levantarnos tras la adversidad”.