El mito de que solo un Estado presente garantiza bienestar se derrumba con evidencia irrefutable. Durante décadas, el socialismo sostuvo que la intervención estatal era la clave para mejorar la calidad de vida de la población. Sin embargo, los datos recientes de la administración de Javier Milei demuestran lo contrario: la reducción del intervencionismo ha impulsado el crecimiento y la estabilidad económica.
Los indicadores muestran que la pobreza está en retroceso, lo que confirma el éxito de las políticas de ajuste y liberalización implementadas por el gobierno de Milei. Según el INDEC, la pobreza en los principales aglomerados urbanos cayó al 38,1%, marcando una mejora frente a los niveles heredados. Regiones como el Noreste (47%) y el Noroeste (42,8%) presentan una disminución significativa. En ciudades como Posadas (43,4%) y Gran Tucumán-Tafí Viejo (40,8%), los indicadores reflejan la recuperación del mercado. Aunque la pobreza entre los menores de 17 años sigue siendo alta (52,7%), la tendencia a la baja es clara, gracias a la estabilidad económica y la eliminación de políticas intervencionistas que frenaban el crecimiento.
El salario vuelve a valer: la estabilidad monetaria devuelve poder adquisitivo sin controles arbitrarios ni asistencialismo
La estabilidad monetaria ha permitido que los salarios reales crezcan, revirtiendo la constante pérdida de poder adquisitivo bajo administraciones anteriores. La inflación, que anteriormente destruía los ingresos, se ha desacelerado drásticamente, permitiendo que la media de ingresos per cápita familiar supere los 442.596 pesos. El décimo decil alcanza más de 1.430.619 pesos, demostrando la recuperación del valor del dinero sin necesidad de controles arbitrarios ni planes asistenciales.
La distribución de los ingresos también ha mejorado. El coeficiente de Gini se ha reducido a 0,430, indicando que un mercado menos regulado promueve una distribución más equitativa. La brecha de ingresos entre el primer y el último decil se ha reducido a 13 veces, demostrando una disminución real y sostenible de la desigualdad.
Más oportunidades, menos desigualdad: el modelo liberal de Milei demuestra que el esfuerzo y la innovación son el camino al éxito
El modelo liberal de Milei está permitiendo una movilidad social real. A diferencia de los esquemas socialistas, donde los burócratas determinan quién progresa, el sistema de libre mercado recompensa el esfuerzo y la innovación. Con menos regulaciones y más incentivos para la inversión, Argentina está recuperando su dinamismo económico y demostrando que el crecimiento sostenible solo es posible cuando el Estado deja de ser un obstáculo para el desarrollo.