El presidente Gustavo Petro calificó como una “decisión política” la reciente medida de la Junta Directiva del Banco de la República, que optó por reducir la tasa de interés en 25 puntos básicos, desacelerando el ritmo previo de recortes de 50 puntos. Según el mandatario, esta decisión tiene como objetivo frenar el crecimiento económico bajo su administración.
“Busca que la economía no crezca en el gobierno progresista”, trinó Petro en su cuenta de X. Agregó que la decisión no es técnica, “dada la reducción sustancial de la tasa de inflación, sino política”.
El presidente ha señalado en varias ocasiones al Banco de la República como responsable del bajo crecimiento económico que ha marcado su gobierno en los últimos dos años. Esta nueva discrepancia se suma a una relación ya tensionada con el emisor, que enfrenta críticas por su manejo de la política monetaria en un contexto de desaceleración económica.
La reducción en el ritmo de los recortes de la tasa de interés ha sido interpretada por algunos analistas como una señal de cautela ante los riesgos de un eventual repunte inflacionario, aunque el mandatario insiste en que la inflación ha disminuido significativamente y que el ajuste debería ser más agresivo.
Cambios en la Junta Directiva del Banco
En 2025, Petro tendrá la oportunidad de nombrar a dos nuevos codirectores en la Junta Directiva del Banco de la República, lo que le permitirá aumentar su influencia en las decisiones de la entidad. Actualmente, la Junta está compuesta por cinco miembros, de los cuales tres fueron designados por gobiernos anteriores.
Este escenario representa un desafío tanto para la independencia del Banco de la República como para el nuevo ministro de Hacienda, Diego Guevara, quien ha sido un crítico de la autonomía de la banca central y tendrá que gestionar la relación entre el Ejecutivo y el emisor en un contexto de alta incertidumbre económica.
El papel del nuevo ministro de Hacienda
Diego Guevara, recién nombrado titular de la cartera de Hacienda, hereda una compleja relación con el Banco de la República. Su postura crítica hacia la independencia del emisor genera expectativas sobre posibles cambios en la dinámica entre el Gobierno y la institución.
La próxima configuración de la Junta Directiva podría redefinir el enfoque de la política monetaria del país, mientras el Gobierno busca implementar medidas para estimular el crecimiento económico y recuperar el ritmo de inversión pública.
Este choque de visiones entre el Ejecutivo y el Banco de la República se perfila como uno de los temas más relevantes en la agenda económica de 2024, con implicaciones directas en la confianza de los mercados y el manejo fiscal del país.