La Unión Europea evalúa un nuevo plan de defensa con una inversión de 840.000 millones de dólares, en respuesta a la decisión del expresidente Donald Trump de suspender la ayuda a Ucrania y el estancamiento de las negociaciones de paz. La propuesta, detallada por la comisaria europea Ursula Von der Leyen, busca fortalecer las capacidades militares del bloque y garantizar apoyo continuo a Kiev.
“Una nueva era está ante nosotros”, escribió Von der Leyen en una carta dirigida a los jefes de Estado de los países miembros, en la que presenta un conjunto de medidas para el “rearme de Europa”. Entre las principales estrategias, se propone el acceso a préstamos de hasta 158.000 millones de dólares para inversión en defensa y la flexibilización de los límites de deuda del bloque en este sector.
“Esto permitirá a los Estados miembros aumentar significativamente sus gastos de defensa sin activar el procedimiento de déficit excesivo”, explicó von der Leyen, aludiendo a las restricciones fiscales que rigen en la UE. Además, la propuesta contempla la reasignación de fondos del presupuesto comunitario para impulsar inversiones militares.
El plan también tiene como objetivo reforzar el apoyo a Ucrania, proporcionando equipamiento militar inmediato en un contexto en el que Washington ha reducido su respaldo al país invadido por Rusia. La medida se produce en un momento en que los republicanos conservadores en EE.UU. presionan a Trump para reconsiderar la relación con Europa y la permanencia de su país en la OTAN.
Durante una cumbre de emergencia celebrada en Londres el pasado fin de semana, los líderes europeos debatieron cómo mantener la ayuda militar a Ucrania, intensificar la presión económica sobre Rusia y crear una “coalición de dispuestos” para proteger a la nación eslava ante una posible nueva ofensiva rusa tras un eventual acuerdo de paz.
La decisión de EE.UU. de suspender temporalmente la asistencia militar a Ucrania ha generado reacciones encontradas. Marine Le Pen, líder del partido francés Agrupación Nacional, criticó la medida, calificándola de “brutal” y “cruel” para los soldados ucranianos. “Es muy cuestionable no haber dado una advertencia previa a los ucranianos”, señaló.
Mientras tanto, la Casa Blanca ha justificado la pausa en la ayuda militar a Ucrania como una medida de revisión estratégica para garantizar que los recursos enviados contribuyan a una solución efectiva al conflicto. Actualmente, EE.UU. aún dispone de un paquete de ayuda previamente aprobado de 3.860 millones de dólares, que incluye armamento y vehículos blindados.
Con este nuevo plan de defensa, la UE busca reforzar su autonomía militar y asumir un papel más protagónico en la estabilidad de la región ante la incertidumbre sobre el compromiso de EE.UU. con la seguridad europea.