El presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie Rivera, ha denunciado el recrudecimiento de los secuestros de ganaderos en Colombia, señalando al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como responsable del reciente plagio del productor Luis Hernando Peña Rodríguez en Pailitas (Cesar). Este hecho se suma a una serie de secuestros perpetrados por el mismo grupo armado, incluyendo el caso de cinco ganaderos en Puerto Rondón (Arauca) y el insólito intercambio de la hermana de Cristian Serrano, secuestrado desde noviembre de 2024 en Santander.
“Lo de la familia Serrano en Santander es ignominioso. Lo que estamos viendo es un país que prácticamente removió una dinámica de violencia de los años 90 que no augura nada bueno”, expresó Lafaurie en declaraciones recientes a medios de comunicación.
En redes sociales, el dirigente gremial lamentó la creciente ola de secuestros y exigió acciones inmediatas por parte del Gobierno y las autoridades. “Lamentamos otro secuestro en el Cesar, del ganadero Luis Hernando Peña Rodríguez, presuntamente por el ELN. Hacia las 2:00 de la tarde fue encontrado su vehículo abandonado. El Gaula de la Policía y el Ejército están actuando. A sus familiares, nuestra solidaridad. Desde Fedegán estaremos apoyando las gestiones para su pronto regreso”, publicó en su cuenta de X.
Fedegán ha expresado su profundo rechazo a estos crímenes, que no solo violan los derechos humanos, sino que también atentan contra la seguridad, el desarrollo del campo colombiano y la estabilidad de la producción agropecuaria. “Pedimos al Gobierno Nacional y a las autoridades actuar con celeridad para garantizar el regreso de Luis Hernando Peña Rodríguez, sano y salvo. ¡Ni uno más!”, enfatizó la organización ganadera.
En paralelo a la crisis de seguridad, Lafaurie también criticó fuertemente la actuación de grupos organizados que han impulsado invasiones de fincas ganaderas bajo el pretexto de ser “campesinos sin tierra” o “recuperadores de la tierra”. En su más reciente columna titulada “Indígenas y campesinos… ¿un nuevo poder?”, el líder gremial denunció la participación de ONG y movimientos de agitadores en estas ocupaciones ilegales, señalando tres factores recurrentes en este fenómeno:
- El respaldo de ONG ideologizadas, como el “Coordinador Nacional Agrario” (CNA), que utilizan discursos de “recuperación de la tierra” para justificar las invasiones. Lafaurie denunció que esta organización promovió una falsa acusación contra ganaderos en Codazzi, Cesar, a finales de marzo.
- La presencia de agitadores políticos con discursos comunistas que buscan exacerbar el resentimiento social y fomentar la invasión de tierras.
- El rol de las llamadas “Guardias Campesinas”, que según Lafaurie son estructuras organizadas que, tras su apariencia pacífica, están entrenadas y radicalizadas, siendo responsables de bloqueos, violencia urbana e incluso secuestros de miembros de la fuerza pública.
Indígenas: los mayores propietarios de tierra en Colombia
El presidente de Fedegán también abordó el impacto de las políticas de tierra en Colombia, resaltando que, pese a representar solo el 4,4 % de la población según el censo de 2018, los indígenas poseen aproximadamente 39 millones de hectáreas en el país. Aun así, denunció que ciertos sectores continúan promoviendo la “recuperación de tierras” bajo la bandera de los “derechos ancestrales”.
Lafaurie criticó que, en el marco de estas políticas, el gobierno de Iván Duque permitió la contratación directa con organizaciones indígenas, facilitando la entrega de más de 537.000 millones de pesos durante la administración de Gustavo Petro. Según el dirigente, estos recursos estarían siendo utilizados para financiar movilizaciones y generar un ambiente de inestabilidad política permanente.
“El propósito de estos millonarios recursos es comprar apoyo callejero para sus reformas y generar un ambiente de estallido social permanente, con el que ya ganaron y esperan seguir gobernando en 2026”, advirtió.
El líder gremial concluyó su análisis con una pregunta inquietante: “¿Indígenas y campesinos… acaso un nuevo poder para sostener la revolución petrista?”.
La situación de seguridad y propiedad rural en Colombia sigue siendo motivo de gran preocupación para el gremio ganadero y otros sectores productivos del país, que exigen acciones firmes del Estado para frenar el avance del crimen organizado y las invasiones ilegales de tierras.