La canciller de Colombia, Laura Sarabia, presentó este miércoles su renuncia irrevocable al presidente Gustavo Petro, argumentando profundas diferencias con las recientes decisiones del Gobierno que, según ella, no puede acompañar por coherencia personal y respeto institucional.
En su extensa carta de dimisión, Sarabia señaló: “La parte más importante de mi vida pública ha transcurrido a su lado. […] En los últimos días se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar. No se trata de diferencias menores ni de quién tiene la razón. Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”.
La exfuncionaria aseguró que su decisión es el resultado de una “reflexión profunda” y agregó: “Mi renuncia es motivada por la responsabilidad que siento con mi conciencia, con el país y con la forma en que entiendo el ejercicio del poder público. Me retiro con la tranquilidad de haber entregado lo mejor de mí y con la certeza de que hay momentos en los que decir adiós es también una forma de cuidar”.
Sarabia se desempeñó como jefa de gabinete, directora del DAPRE, del DPS y finalmente canciller, siendo una de las funcionarias más cercanas al presidente Petro desde el inicio de su mandato. “Ha sido un camino exigente, con enormes costos personales y familiares, pero también profundamente enriquecedor”, concluyó en su carta.
Tras conocerse su renuncia, la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, reaccionó criticando su gestión y el silencio que, según ella, caracteriza a Sarabia: “Laura Sarabia renuncia a su cargo después del maltrato de Petro, el desprecio e insulto de Benedetti y la desautorización de Saade. ‘Cuidar al otro’ con el silencio como afirma Laura es exponer al país al ocultamiento de la verdad que todos merecemos conocer. El silencio no es cuidar a nadie, es traicionar la Constitución y la Ley”.