Liberan a los dos soldados secuestrados por la comunidad en La Macarena, Meta

En la noche de este martes, 4 de noviembre, la defensora del pueblo, Iris Marín, confirmó la liberación de los dos soldados que habían sido secuestrados por integrantes de la comunidad en el municipio de La Macarena, Meta.

A través de su cuenta en X (antes Twitter), Marín informó que los uniformados, identificados como Ángel Humberto González y Edgar Mina Carabalí, fueron entregados a una comisión de la Defensoría del Pueblo Regional Caquetá, y que ambos se encuentran en buen estado de salud.

“Los soldados profesionales Ángel Humberto González y Edgar Mina Carabalí fueron entregados a una delegación de Defensoría del Pueblo de nuestra regional en Caquetá. Se encuentran en buen estado de salud y en camino para encontrarse con sus seres queridos”, publicó la funcionaria junto a una fotografía de los militares.

La liberación de los soldados había sido frustrada horas antes, luego de que la comunidad que los mantenía retenidos decidiera volver a privarlos de la libertad en la vereda La Punta, en la zona rural de La Macarena.

De acuerdo con un comunicado de la Corporación de Trabajadores Campesinos Agropecuarios y Ambientales de los Llanos del Yarí de La Macarena, el secuestro se dio en represalia por la captura de una mujer identificada como Liceth Daza Hoyos durante un operativo militar realizado el 3 de noviembre en la finca Villa Valentina, ubicada en la vereda El Oasis.

“Por este motivo, como prenda de garantía, las comunidades realizaron la detención de dos soldados en lugar”, señaló la agremiación campesina.

El comunicado también defendió a Daza Hoyos, asegurando que no era el objetivo del operativo y que no figura como propietaria del predio intervenido. Además, destacaron su condición de madre cabeza de hogar con tres hijos menores de edad, lo que la ubicaría en una situación de especial vulnerabilidad.

Las autoridades celebraron la liberación de los militares e hicieron un llamado a las comunidades para que no recurran a vías de hecho y permitan que las diferencias con las instituciones se tramiten por la vía del diálogo y el respeto al Estado de Derecho.