La senadora María Fernanda Cabal presentó este viernes una ambiciosa propuesta de reforma carcelaria que, de ser implementada, transformaría radicalmente el sistema penitenciario colombiano a partir de 2026. La iniciativa plantea una visión de cárceles seguras, segmentadas según el tipo de delito, con trabajo obligatorio para los reclusos y un enfoque orientado tanto a la justicia como a la reparación de las víctimas.
“Yo no prometo, me comprometo”, aseguró la senadora del Centro Democrático al describir su modelo carcelario, donde, según sus palabras, “no habrá más universidades del crimen”, sino centros que verdaderamente busquen transformar y no perpetuar la delincuencia.
Entre los puntos más destacados de su propuesta están la segmentación carcelaria según el delito cometido, con el fin de evitar el contagio criminal y mejorar la administración de justicia; la eliminación de sindicatos y estructuras internas que, según Cabal, impiden la efectividad de la justicia dentro de los penales; y el trabajo obligatorio para los reclusos, quienes deberán costear su estadía y aportar a la reparación de las víctimas.
Asimismo, la senadora propone una justicia diferenciada para delitos menores, que contemple procesos ágiles pero con condiciones claras de resocialización, así como la creación de cárceles transformadoras, donde se priorice la disciplina, la reintegración y el respeto por la ley.
La propuesta ya genera reacciones encontradas en sectores políticos y entre defensores de derechos humanos. Mientras algunos aplauden la idea de una justicia más estricta y enfocada en la reparación de las víctimas, otros advierten que un sistema basado en trabajo obligatorio podría derivar en vulneraciones de derechos fundamentales y en un retroceso frente a estándares internacionales de reclusión.