María Fernanda Cabal revela su plan de gobierno con enfoque en seguridad, justicia y austeridad

En una entrevista concedida a Infobae Colombia, la senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático expuso los pilares de lo que sería su proyecto de país. Con su estilo frontal y sin rodeos, abordó temas sensibles como el sistema de salud, la política de seguridad, la justicia penal para menores, la estructura del Estado y el déficit fiscal, marcando una clara distancia con el enfoque del actual gobierno de Gustavo Petro.

Para Cabal, el país atraviesa una crisis de autoridad, alimentada —según ella— por una visión “buenista” frente a la criminalidad y una política de seguridad debilitada. Plantea retomar los principios de la seguridad democrática con ajustes modernos: fortalecimiento de la inteligencia, adquisición de tecnología, redes de cooperantes, y articulación con el sector privado de vigilancia, que suma más de 400.000 efectivos.

“En Colombia hay más de 800 estructuras criminales operando en 600 municipios. Ya no aplica el fantasma del paramilitarismo, el enemigo ahora es otro. Lo que necesitamos es recuperar el control del territorio”, afirmó.

Cabal también defendió el porte legal de armas con requisitos rigurosos, alegando que la población se encuentra desprotegida y que es necesario devolverle herramientas para su defensa personal.

La senadora defendió el modelo de salud anterior a la reforma impulsada por el gobierno Petro. Asegura que gracias a la competencia entre lo público y lo privado, Colombia logró una cobertura cercana al 99 %, mientras que en el antiguo Seguro Social apenas llegaba al 29 %.

“Repitieron una mentira hasta volverla verdad: que el sistema excluía a los más pobres. Lo que se necesita no es destruirlo, sino auditarlo y castigar a los corruptos. Usted no cierra su empresa si le roban: sanciona al ladrón”, afirmó.

Sobre el sistema penitenciario, Cabal propuso la construcción de nuevas cárceles a través de alianzas público-privadas para enfrentar el hacinamiento y el control criminal desde las prisiones. Además, planteó que los menores de edad que cometan crímenes graves sean juzgados como adultos.

“No se trata de cambiarles el pañal. Pobrecita es la víctima. A un menor se le ofrece atención psicosocial, sí, pero también se le castiga. No podemos justificar actos criminales con argumentos sociales”, subrayó.

Cabal denunció la existencia de lo que llamó “carreras eternas” financiadas por el Estado en universidades públicas, con personas que completan hasta 30 semestres sin graduarse. “Eso es corrupción y le quita oportunidades a otros jóvenes”, indicó.

Advirtió además sobre los riesgos de trasladar estudiantes del campo a universidades costosas sin el acompañamiento adecuado. “Conozco el caso de un joven que se suicidó. No basta con darles un premio: hay que darles apoyo real”, dijo.

Su propuesta en educación pasa por fortalecer las universidades regionales, promover alianzas público-privadas y enfocar la formación en habilidades para el trabajo y la vida productiva.

Frente al déficit fiscal, Cabal fue enfática en que la solución no es aumentar impuestos sino reducir el tamaño del Estado. Propone seguir el ejemplo de Javier Milei en Argentina o del expresidente Álvaro Uribe en Antioquia, quien redujo drásticamente la nómina pública como gobernador.

“Hoy tenemos duplicidad de funciones, burocracia innecesaria y entidades ideologizadas. El Ministerio de la Igualdad es un ejemplo. Ya la Corte lo tumbó, pero hay que cerrarlo por completo. Los comunistas hablan de igualdad, pero no para ellos”, dijo. También planteó fusionar ministerios como Cultura y Deporte.

Además, destacó el uso de tecnología como el blockchain para simplificar trámites y eliminar la corrupción estructural.

Finalmente, Cabal aseguró que su “obsesión” es facilitar el acceso al crédito para los sectores populares. Propone crear líneas de financiamiento con tasas bajas para que más personas puedan emprender y salir del círculo de la informalidad o el gota a gota.

“El crédito popular debe generar riqueza. Hoy hasta los estratos altos están yendo al prestamista. Eso tiene que cambiar”, afirmó.