El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, anunció la destinación de $342 mil millones para garantizar la culminación del Tramo 2 de la Nueva Vía al Mar Gonzalo Mejía Trujillo, una obra que, el Gobierno Nacional abandonó.
El anuncio se dio en compañía del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien confirmó que el Departamento invertirá $514 mil millones adicionales para lograr que la obra avance sin depender de la Nación. En total, Medellín y la Gobernación asumirán $856 mil millones de un proyecto cuya responsabilidad estaba en manos del Gobierno central.
Gutiérrez fue categórico al señalar que Medellín está interviniendo fuera de su jurisdicción porque “la Nación incumplió”. “Cumplimos con el tramo que nos correspondía y asumimos compromisos de otro que no los cumplió. Nuestra responsabilidad es terminar esta obra que dejó tirada el Gobierno Nacional”, y agregó que “el túnel del Toyo no es una obra de ricos, no pasa por el poblado, ni por llanogrande como dice el presidente Petro, eso es a lo que yo llamo un terremoto mental”
El gobernador Rendón recordó que el Gobierno Nacional cedió el Tramo 2 en diciembre de 2024 con un avance físico del 53 % y sin financiación garantizada. Un año después, gracias a la intervención departamental, el progreso ya supera el 70 %.
“El Gobierno Nacional no hizo ni lo uno ni lo otro. Nos dejaron una obra a medias, desfinanciada y sin compromiso. Por eso Antioquia y Medellín la sacarán adelante. Gonzalo Mejía Trujillo debe estar diciendo que somos unos berracos, porque en Antioquia nada nos queda grande”, expresó Rendón.
En el sector 1, que llegó al 72 % de ejecución, se avanzó en movimientos de tierra, estabilización de taludes, construcción de muros y drenajes, y en la excavación del Túnel 0, que supera los 300 metros. También se completó la pavimentación en concreto de los túneles 1, 2, 3 y 4.
En el sector 2, con un avance del 66 %, se ejecutaron obras de cimentación, estabilización y pavimentación del túnel 4. Además, se abrieron accesos para los puentes 8, 9 y 10, se construyó el puente 4 y comenzaron las labores en el portal del túnel 10, pieza clave del corredor vial.
Durante los próximos meses, los esfuerzos se concentrarán en culminar el Túnel 0 (de un kilómetro), el falso túnel de 400 metros, el Túnel 10 y nueve puentes adicionales. Con estas intervenciones, la Gobernación y la Alcaldía proyectan que la vía podría entrar en funcionamiento entre finales de 2026 e inicios de 2027.
Rendón y Gutiérrez coincidieron en que la Vía al Mar es fundamental para transformar el acceso de Antioquia al océano y potenciar el desarrollo de Urabá, región donde el Departamento adelanta inversiones sin precedentes.
Solo en infraestructura de agua potable y saneamiento básico, se ejecutan diseños del acueducto El Sable; además, se pavimentan 120,6 kilómetros de vías con estabilización, se adelantan 15 proyectos adicionales de infraestructura y se han destinado $13 mil millones para mejorar instalaciones de la Fuerza Pública.
En vivienda, la inversión asciende a $308 mil millones, entre mejoramientos, construcción de nuevas unidades y titulación de predios. Los programas sociales también avanzan: más de 9.200 niños, cuidadores y madres gestantes son beneficiarios de iniciativas regionales; 369 personas acceden a Renta Vitalicia; y 64 mil estudiantes reciben apoyos en alimentación, transporte y mejoramiento de infraestructura.
El alcalde Gutiérrez concluyó que mientras el Gobierno Nacional dejó el proyecto sin terminar, Medellín y Antioquia lo rescataron: “Hace un año nos planteaban un falso dilema entre la vía y el acueducto de Urabá. Hoy la Nación no hizo ni lo uno ni lo otro. Nosotros garantizamos ambos”.
Tanto Rendón como Gutiérrez insistieron en que la Nueva Vía al Mar será una realidad y que se construirá a pesar del abandono nacional: una obra que, un siglo después del sueño original, conectará a Antioquia con el océano y fortalecerá el desarrollo económico del país.