Miguel Uribe Turbay: una vida marcada por la violencia que golpea a Colombia

Miguel Uribe Turbay, reconocido dirigente político colombiano, creció con el peso de una tragedia que reflejó la crudeza de la violencia en el país. Tenía apenas cuatro años cuando perdió a su madre, la periodista Diana Turbay Quintero, asesinada en enero de 1991 durante un fallido operativo de rescate en Copacabana (Antioquia).

Hijo del abogado Miguel Uribe Londoño y nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, Miguel vivió desde muy pequeño entre la política y el periodismo. Su madre, además de dirigir el Noticiero Criptón, había sido secretaria privada en el gobierno de su padre.

En agosto de 1990, Diana aceptó una supuesta entrevista con el comandante del ELN, alias “Cura Pérez”, que resultó ser una trampa de “Los Extraditables”, grupo criminal liderado por Pablo Escobar. El objetivo de estos narcotraficantes era presionar para evitar su extradición a Estados Unidos. Tras meses de cautiverio, el 25 de enero de 1991, un disparo en el hígado y otro en el riñón izquierdo terminaron con su vida.

Para el entonces niño Miguel Uribe Turbay, solo quedaron dos recuerdos grabados para siempre: el beso en la frente que le dio su madre antes de salir aquel 30 de agosto y el último vistazo a su rostro en un ataúd.

A sus 39 años, mientras desarrollaba su carrera política y luchaba por sus ideales en medio de un país convulsionado, Miguel Uribe Turbay fue asesinado también por la violencia que intentó enfrentar, sellando un paralelismo doloroso con la historia de su madre.

Su vida y su muerte reflejan el drama de miles de familias colombianas que han sido golpeadas por un conflicto que, generación tras generación, sigue cobrando vidas de quienes creen y trabajan por un país mejor.