Petro culpa a los “megarricos” de la crisis fiscal y anuncia intento de nueva reforma tributaria

El presidente Gustavo Petro volvió a culpar a los más ricos del país por los problemas de pobreza, desigualdad, violencia y narcotráfico que enfrenta Colombia. Esta vez, compartió en su cuenta de X un artículo de El País que denuncia cómo los “superricos” evaden y eluden impuestos a gran escala. Según el medio, el 40 % del 0,01 % más rico del país admitió haber evadido impuestos, y cada año la evasión fiscal equivale al 8 % del PIB, cerca de 130 billones de pesos.

“Por esto es que hay déficit fiscal y por esto hay pobreza y desigualdad en Colombia, su resultado es violencia y narcotráfico. Los megarricos no pagan impuestos, los evaden”, trinó Petro, asegurando que su próxima ley de financiamiento reducirá impuestos a empresas y clase media, pero impondrá más cargas a los más adinerados. Según él, esta medida es un “acuerdo social a cambio de paz y democracia”.

Sin embargo, sus palabras no tardaron en generar críticas. La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal respondió de manera contundente, acusándolo de usar una narrativa desgastada para justificar una nueva reforma tributaria mientras su gobierno, “derrocha recursos públicos sin resultados”. “Estoy lista para dar el debate. No cuente conmigo para otra reforma tributaria que siga alimentando la corrupción. Colombia necesita orden, seguridad y respeto por quienes levantan este país con su trabajo”, afirmó Cabal.

La senadora cuestionó que Petro hable de megarricos sin mencionar los múltiples escándalos de corrupción que han salpicado a su administración. “Habla de ‘megarricos’ pero no menciona que en su mandato se han robado billones de pesos en contratos y compra de votos para sostener un poder decadente. ¿Dónde está el ‘acuerdo social’ cuando se premia a criminales y se castiga a quienes trabajan y generan empleo?”, dijo.

Mientras la clase media enfrenta la quiebra y el sector productivo se ve cada vez más asfixiado, la prioridad del Gobierno parece seguir siendo crear nuevos impuestos en lugar de garantizar eficiencia, transparencia y reducción del gasto estatal. La reforma tributaria anunciada promete convertirse en el nuevo campo de batalla entre un presidente que insiste en medidas impopulares y una oposición que lo acusa de hundir la economía mientras fortalece su poder político.