En un comunicado leído desde su residencia, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, expresó su respeto por la justicia pero señaló que «parece que las garantías no aplican para mí». Este pronunciamiento se produjo después de que la Fiscalía afirmó tener pruebas y testimonios contundentes para acusarlo.
Durante la rueda de prensa, Uribe detalló una serie de hechos que, según él, demuestran irregularidades y sesgos en el proceso judicial en su contra. Subrayó que sus abogados inicialmente no fueron informados sobre la existencia del proceso, mientras que en Bogotá se divulgaba entre periodistas y políticos que había planes para encarcelarlo durante la campaña electoral de 2018.
Uribe criticó su encarcelamiento el 4 de agosto de 2020, 25 meses después de ser llamado a indagatoria y once meses después de haberla realizado, sin permitirle defenderse en libertad ni presunción de inocencia. Resaltó su trayectoria como una persona respetuosa de la justicia y los jueces, mencionando que durante su carrera pública nunca intervino en nombramientos judiciales.
El expresidente también cuestionó la imparcialidad de algunos magistrados involucrados en su caso, mencionando que la magistrada Cristina Lombana fue apartada del caso por haber sido militar durante su presidencia, mientras que el magistrado Héctor Alarcón, quien se declaró víctima de interceptaciones durante su gobierno, no fue apartado.
Uribe señaló que las pruebas y testimonios favorables a su defensa no fueron considerados adecuadamente. Citó el caso de testigos clave como ‘El Tuso’ Sierra y ‘Monoleche’, cuyas declaraciones, según él, fueron ignoradas por la Corte.
Finalmente, Uribe reiteró su respeto a la justicia y su inocencia, afirmando que nunca tomó la iniciativa de buscar un testigo y que su vida pública se ha caracterizado por la honestidad y el reconocimiento de errores. Concluyó que el proceso en su contra ha sido influenciado por adversarios políticos y administradores de justicia que desconocen su carrera pública y sentido de honor patrio.