El presidente ruso, Vladimir Putin, ha advertido que los edificios gubernamentales en Kiev podrían ser el próximo objetivo del misil hipersónico Oreshnik, recientemente probado en condiciones de combate. Este armamento, que Rusia asegura es imposible de interceptar, también tiene la capacidad de alcanzar la costa oeste de Estados Unidos, aumentando las tensiones globales en el conflicto que ya supera los 1.000 días.
Durante una reunión de la alianza de seguridad de países exsoviéticos en Kazajistán, Putin justificó el uso de este misil como represalia a los recientes ataques de Ucrania en territorio ruso con misiles estadounidenses de largo alcance. Según el mandatario, el Oreshnik, diseñado para volar a velocidades hipersónicas de hasta Mach 11, puede equiparse con ojivas nucleares o convencionales y alcanzar objetivos en Europa en minutos.
El pasado 21 de noviembre, Rusia disparó el Oreshnik contra la ciudad ucraniana de Dnipro, destruyendo una planta de producción de armas. Este ataque fue una respuesta a los bombardeos ucranianos en las regiones rusas de Bryansk y Kursk, realizados con misiles ATACMS proporcionados por Estados Unidos.
Ataques masivos y temores de escalada
Rusia intensificó sus ataques esta semana con una ofensiva aérea masiva contra la infraestructura energética de Ucrania, dejando a más de un millón de hogares sin electricidad. Cerca de 200 misiles y drones impactaron ciudades clave como Kiev, Járkov y Lutsk, en lo que funcionarios ucranianos describieron como un intento de paralizar al país antes del invierno.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, denunció el uso de municiones en racimo en los ataques y pidió a los países occidentales acelerar la entrega de sistemas de defensa aérea prometidos. Mientras tanto, el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, propuso a Keith Kellogg como enviado especial para intentar mediar en el conflicto, aunque aún no se han dado detalles sobre su estrategia.
Un conflicto sin fin a la vista
Putin aseguró que la producción de sistemas avanzados de misiles en Rusia supera a la de la OTAN en un factor de diez y prometió aumentar aún más la fabricación de armamento. Este anuncio, junto con los recientes ataques y la amenaza de usar el Oreshnik en objetivos estratégicos, refuerza la incertidumbre sobre una resolución pacífica en el corto plazo.
La escalada de tensiones con el uso de armas hipersónicas y las represalias mutuas entre Rusia y Ucrania reflejan un conflicto cada vez más peligroso, con implicaciones potenciales para la estabilidad internacional.