La inclusión del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las importaciones de bajo valor dentro de la reforma tributaria presentada por el gobierno de Gustavo Petro ha generado preocupación y denuncias por una posible violación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos. El impuesto afectaría productos cuyo valor sea inferior a 200 dólares, lo que contravendría los compromisos internacionales asumidos por Colombia en el acuerdo firmado en 2012.
Un posible conflicto comercial
El TLC entre Colombia y Estados Unidos establece un umbral de exención fiscal para importaciones de bajo valor, una medida diseñada para facilitar el comercio y beneficiar a los pequeños consumidores. Sin embargo, la propuesta de la reforma tributaria busca gravar estas importaciones con el argumento de fortalecer la competitividad del comercio local frente a plataformas internacionales.
Expertos legales advierten que la medida podría desencadenar tensiones comerciales con Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de Colombia. “Modificar estos términos podría interpretarse como una violación directa del tratado, lo que expondría a Colombia a sanciones comerciales”, señaló el abogado especializado en comercio internacional Carlos Martínez.
Impacto económico y social
La reforma tributaria, que pretende recaudar 11,8 billones de pesos en 2025, incluye nuevos impuestos a sectores estratégicos y ajustes en el esquema del IVA. Según el Ministerio de Hacienda, este proyecto busca garantizar recursos para financiar programas sociales y mejorar la redistribución de ingresos en el país.
Sin embargo, representantes del sector empresarial han manifestado su preocupación, alertando que la medida podría perjudicar a los consumidores finales y desincentivar las importaciones legales. Juan Pérez, presidente de la Asociación Nacional de Comerciantes, advirtió que “esta política encarecerá productos esenciales, afectando el poder adquisitivo de miles de familias colombianas”.
Avance legislativo y reacciones
Actualmente, la ponencia positiva del proyecto de ley fue radicada y se encuentra en discusión en el Congreso. A medida que avanza el debate, voces críticas insisten en la necesidad de revisar el impacto económico y las posibles consecuencias diplomáticas de aplicar el IVA a las importaciones de bajo valor.
En medio de estas controversias, el gobierno sostiene que la reforma es necesaria para reducir el déficit fiscal y avanzar en políticas redistributivas. El desenlace legislativo determinará si se ajusta esta controvertida disposición o si prevalecerá la necesidad de proteger el comercio local frente a las obligaciones internacionales asumidas en el TLC.