Los republicanos lograron recuperar el control del Senado en Estados Unidos tras las elecciones de este martes, asegurando 51 de los 100 escaños según proyecciones de medios estadounidenses. Este cambio se da en paralelo a las elecciones presidenciales, en las que los votantes también decidieron entre la continuidad del republicano Donald Trump o la elección histórica de la demócrata Kamala Harris como la primera mujer presidenta.
El resultado en el Senado tendrá un impacto significativo en la política del país, ya que, si Trump regresa a la Casa Blanca, contará con el respaldo de una mayoría republicana para avanzar su agenda legislativa y realizar nombramientos cruciales en la Corte Suprema. Si Harris gana la presidencia, el control republicano en el Senado podría generar un bloqueo legislativo, dificultando la aprobación de sus políticas.
En esta elección, los ciudadanos estadounidenses eligieron los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 escaños del Senado. Entre las victorias clave para los republicanos destaca la del gobernador de Virginia Occidental, Jim Justice, quien derrotó al exalcalde Glenn Elliott, asegurando una banca que había sido ocupada por el demócrata moderado Joe Manchin. Justice, quien inicialmente fue electo como demócrata en 2016, cambió de partido tras asumir el cargo.
Otro triunfo destacado fue el del republicano Bernie Moreno en Ohio, quien superó al demócrata Sherrod Brown. Moreno, empresario colombiano-estadounidense, arrebató el escaño a Brown, quien había ocupado la posición desde 2007. La victoria de Moreno y Justice fue clave para que los republicanos revirtieran la anterior ventaja demócrata de 51-49 en el Senado.
Medios como Fox News y ABC confirmaron el control republicano de la cámara alta tras proyectar la reelección de la senadora Deb Fischer en Nebraska. Los republicanos podrían incluso ampliar su ventaja con posibles triunfos en estados como Montana, Wisconsin y Pensilvania.
Con el control del Senado, los republicanos podrían alcanzar hasta 55 de los 100 escaños, consolidando un enorme poder legislativo. Los demócratas intentaron reducir las pérdidas en estados como Texas y Florida, pero los titulares republicanos revalidaron sus escaños con victorias cómodas.
Por otro lado, las elecciones también hicieron historia con la elección simultánea de dos mujeres afroamericanas al Senado, las demócratas Angela Alsobrooks en Maryland y Lisa Blunt Rochester en Delaware. Este es un hecho sin precedentes en la historia del Senado de EE.UU., donde solo tres mujeres afroamericanas, incluida Kamala Harris, han ocupado un escaño.
La demócrata Sarah McBride también marcó un hito al convertirse en la primera persona transgénero elegida para el Congreso por el estado de Delaware. Con 34 años, McBride, que previamente ocupaba un escaño en el Senado estatal, tomará ahora su lugar en la Cámara de Representantes.
En cuanto al gasto de campaña, la organización OpenSecrets reportó un total de 10.000 millones de dólares en las candidaturas al Congreso, reflejando la magnitud y la intensidad de esta contienda electoral. Aunque es ligeramente inferior a lo gastado en 2020, la cifra es casi el doble de los 5.500 millones destinados a la carrera presidencial de 2024.