Gracias a la rápida acción de una denuncia ciudadana, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en conjunto con la Policía Ambiental, rescató a dos monos cariblancos juveniles que se encontraban en cautiverio en una terraza de Medellín. Los animales, víctimas del tráfico ilegal de fauna silvestre, estaban amarrados con cadenas, en condiciones de mala nutrición, con heridas visibles y claros signos de estrés.
Uno de los monos presenta tres dientes fracturados, con el nervio expuesto, lo que indica un dolor constante que ha tenido que soportar. Este ejemplar macho ha mostrado una alteración severa en su comportamiento: ha perdido respuestas naturales de su especie, como la vocalización y el desplazamiento, y busca refugio constante en la hembra, lo que refleja el miedo y trauma que lo domina.
Ambos animales muestran señales evidentes de maltrato, con marcas dejadas por los arneses que los ataban. Ahora, están bajo el cuidado del Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre, donde reciben atención médica y nutricional. Se espera que, con el tiempo, puedan rehabilitarse y regresar a su hábitat natural.
Este rescate pone de relieve las graves consecuencias del tráfico ilegal de fauna silvestre, un delito que sigue afectando a la biodiversidad de la región. Las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía a seguir denunciando estos casos y contribuir a la protección de la fauna.
En lo que va del 2024, el CAVR ha recibido a 22 monos cariblancos, la mayoría en estado infantil o juvenil, víctimas de este comercio ilegal.