En un esfuerzo por acercar a los ciudadanos a su historia, sus símbolos y su riqueza natural, la Alcaldía de Rionegro dio a conocer la nueva imagen que llevarán los 250 buses del sistema de transporte público, una transformación que convierte a cada vehículo en un lienzo móvil de identidad patrimonial.
La Catedral San Nicolás El Magno, el ave Barranquero, el Cerro El Capiro, el árbol Chachafruto, el Aeropuerto José María Córdova y el histórico Puente Mejía, hacen parte del universo simbólico que ahora acompaña los recorridos diarios de más de 53.000 usuarios. Estos elementos no fueron seleccionados al azar: representan la memoria, el paisaje y los hitos que han dado forma al carácter rionegrero.
La iniciativa no solo busca renovar la imagen del sistema, sino reforzar el sentido de pertenencia y proyectar la diversidad cultural del municipio en cada trayecto. “Queremos que los rionegreros se vean reflejados en su transporte público, que cada viaje sea también una conexión con lo que somos como territorio”, destacó la Alcaldía durante la presentación.
La propuesta estética hace parte de un proceso más amplio de modernización del sistema, que incluye el rediseño de rutas, la mejora en frecuencias y cobertura, y el fortalecimiento del diálogo con el gremio transportador. Todo esto bajo una visión integral que pone al usuario en el centro y reconoce la movilidad como parte del tejido cultural de la ciudad.
Esta renovación visual se suma a la reciente transformación del sistema de bicicletas públicas BICIRIO, cuya nueva imagen también recoge referentes identitarios del municipio. Así, Rionegro se consolida como un territorio que no solo se mueve, sino que se reconoce y se celebra a sí mismo mientras avanza.
Con esta apuesta, el patrimonio ya no solo habita museos, plazas o cerros: ahora viaja en bus, se cruza en las calles y se convierte en parte viva de la cotidianidad de sus habitantes.