Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, fue absuelto este miércoles en el caso que investigaba su presunta participación en el grupo paramilitar ‘Los doce apóstoles’. Tras casi cuatro años de haber concluido el juicio, el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia dictaminó que no existían pruebas concluyentes para vincular al ganadero en la conformación de esta estructura ilegal que operó en varios municipios de Antioquia durante la década de 1990, especialmente en Yarumal.
El fallo se dio tras analizar la teoría del caso presentada por el ente investigador, que sostenía que Uribe Vélez había actuado como comandante y organizador de las actividades del grupo desde su propiedad, la hacienda La Carolina. La Procuraduría General también intervino en el caso, argumentando la falta de evidencia concreta que relacionara a Uribe Vélez con el asesinato de un conductor de bus en la zona.
Durante las audiencias públicas celebradas el 6 y 7 de noviembre, Juan Felipe Arboleda, director del Grupo de Análisis e Investigación (Grai), presentó un extenso informe fundamentado en documentos de la Fiscalía, testimonios de víctimas y estudios del Centro Nacional de Memoria Histórica. El informe detallaba que ‘Los doce apóstoles’, inicialmente denominados ‘Autodefensas del Norte Lechero’ y presuntamente financiados por la Asociación de Comerciantes de Yarumal, habrían sido responsables de numerosas operaciones de violencia en la región, con un saldo de 181 víctimas en Yarumal, 134 en Valdivia y 89 en Santa Rosa de Osos.
El reporte de la JEP también implicaba al párroco Gonzalo Palacios como coordinador de inteligencia del grupo, y señalaba reuniones en la hacienda La Carolina, donde supuestamente se discutían los objetivos de las operaciones. El abogado de Uribe Vélez, Jaime Granados, desestimó la validez del informe, asegurando que los testimonios presentados carecían de credibilidad.
Apenas conocida la absolución, el expresidente Álvaro Uribe Vélez reaccionó en su cuenta oficial de X, publicando: “Gracias a Dios”, en respuesta al fallo que exime a su hermano de toda responsabilidad en el caso.
Este desenlace marca un hito en uno de los juicios más prolongados y polémicos en la historia reciente del país, donde el debate sobre la influencia de las estructuras paramilitares sigue siendo un tema de relevancia para la justicia y la memoria histórica de Colombia.