El martes 19 de noviembre, el Congreso eligió al abogado Miguel Efraín Polo como magistrado de la Corte Constitucional, en una decisión que ha despertado interrogantes sobre la independencia judicial y la influencia política en la elección de los guardianes de nuestra Carta Magna. Este nombramiento, que ocurre en medio de un contexto de tensiones entre el gobierno y las altas cortes, se suma a un panorama preocupante para la estabilidad democrática en Colombia.
Hoy 20 de noviembre, además, conmemoramos el natalicio de José Félix de Restrepo, prócer de la democracia y la libertad, cuya vida y obra son un recordatorio poderoso de la importancia de proteger los valores republicanos. Desde Sabaneta, Restrepo no solo iluminó el pensamiento jurídico de su tiempo, sino que fue consultor del gobierno nacional, abogando siempre por los derechos y las libertades de los colombianos.
Si estuviera vivo, Restrepo sería una voz vehemente en contra de la erosión democrática que ha golpeado a países como Cuba y Venezuela. Desde su compromiso con los principios de la Constitución, defendería con toda su fuerza la separación de poderes y el respeto por el orden institucional, en un país donde los intentos de cooptar la justicia por intereses políticos ponen en peligro la esencia misma de nuestra República.
¿Y qué pasó con Polo?
La Corte Constitucional, compuesta por nueve magistrados, enfrenta un momento decisivo. Con la salida de Antonio José Lizarazo en 2025 y la renovación de otras dos magistradas (Diana Fajardo y Gloria Ortiz), se abre un espacio para que el gobierno y otros actores políticos intenten influir en el equilibrio del tribunal. Polo, elegido con 57 votos en el Senado, es un jurista de perfil conservador que generó tensiones en su propia institución al cuestionar la prevalencia de la Corte Constitucional en el sistema judicial y los controles sobre las tutelas. Aquí vamos viendo cómo se va comportando la balanza de Themis en este entramado que golpea a la institucionalidad.
Sus declaraciones sobre la necesidad de “revisar” las decisiones que afectan a otras cortes y sus críticas, algunas con cifras cuestionables, generan dudas sobre si realmente protegerá la Constitución con la imparcialidad que requiere su cargo .
Es válido recordar el Legado de José Félix de Restrepo
Hoy, más que nunca, debemos recordar la pasión y el amor con los que Restrepo defendió las ideas de justicia, libertad y democracia. Desde su tierra natal, nos legó no solo principios, sino un espíritu inquebrantable que rechazaría cualquier forma de autoritarismo o manipulación política de las instituciones. Si José Félix de Restrepo pudiera hablarnos hoy, su mensaje sería claro: proteger la Constitución es proteger el alma de nuestra patria.
Nos enfrentamos a un momento histórico en el que nuestras decisiones, como ciudadanos y como sociedad, marcarán el rumbo de Colombia. La democracia no es solo un derecho, es un deber. Como bien lo enseñó Restrepo, el amor por la patria no se demuestra en discursos, sino en la acción decidida de preservar las instituciones que garantizan nuestra libertad.
Hoy, desde Sabaneta, en el corazón de Antioquia, resuena su legado como un llamado urgente a la unidad y la defensa de lo más sagrado, nuestra Constitución. No permitamos que los intereses políticos de turno conviertan nuestra justicia en un instrumento de poder. Protejamos, con amor y valentía, el país que soñaron nuestros próceres.
Julián Ceballos
Columnista y concejal de Sabaneta