El precio de los combustibles en Colombia inició el 2025 con un significativo incremento. A partir del 1 de enero, el galón de gasolina subió $91, alcanzando un promedio de $16.085, mientras que el galón de ACPM tuvo un alza de $169, estableciéndose en un promedio de $10.725.
Estos ajustes obedecen a una serie de factores, entre los que se destacan el incremento en la mezcla de biodiesel en la gasolina y el ACPM, así como las políticas implementadas por el Gobierno para mitigar el impacto económico en los consumidores.
En el caso de la gasolina, la mezcla de biodiesel aumentó del 8% al 10%, lo que incrementa los costos de producción, ya que el biodiesel tiene un precio más alto que el diésel fósil. En el ACPM, este mismo ajuste en la proporción de biodiesel generó un impacto similar.
El Ministerio de Minas y Energía informó que el Gobierno redujo el ingreso al productor de combustible fósil en $179 por galón, lo que busca amortiguar parcialmente el alza. No obstante, los consumidores todavía sienten el impacto de estos ajustes en el mercado.
Durante 2024, el Gobierno destinó 10,6 billones de pesos al subsidio de la gasolina mediante el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Sin embargo, el comunicado conjunto del Ministerio de Minas, Mintransporte y Minhacienda subrayó que el incremento de los precios en enero era necesario para equilibrar las finanzas del sector energético.
En el caso del ACPM, el subsidio gubernamental evitó un incremento de $338 por galón, limitando el ajuste a $169. Según el comunicado, el precio en Bogotá pasó de $10.556 en diciembre de 2024 a $10.894 en enero de 2025, gracias a estas medidas.
Estos incrementos han reavivado el debate sobre el impacto económico en los colombianos. Mientras que los ajustes buscan garantizar la estabilidad del mercado de combustibles, sectores de la ciudadanía y expertos en economía advierten sobre las repercusiones en el costo de vida y la inflación.
Se espera que el Gobierno continúe monitoreando de cerca los precios y evalúe nuevas estrategias para mitigar los efectos de estos ajustes en los consumidores, mientras se mantiene el equilibrio financiero en el sector energético.