El senador republicano Ted Cruz afirmó este domingo en el programa “Face the Nation” de CBS que la inmigración ilegal hacia Estados Unidos disminuirá drásticamente tan pronto como Donald Trump asuma nuevamente la presidencia. Cruz atribuyó esta predicción al restablecimiento del programa “Permanecer en México”, una de las políticas migratorias más controvertidas de la administración Trump.
“Espero que volvamos al programa ‘Permanecer en México’, y voy a hacer una predicción ahora mismo: veremos caer drásticamente las cifras de inmigración ilegal en enero y febrero, porque tendremos un presidente que hará cumplir la ley con firmeza”, señaló Cruz.
El programa, implementado originalmente por Trump, obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se procesaban sus casos en Estados Unidos. Según Cruz, esta política, junto con la presión económica mediante aranceles a México y Canadá, será clave para abordar la crisis migratoria y el tráfico de drogas en la frontera.
Trump, por su parte, ha redoblado su enfoque en la seguridad fronteriza. Recientemente, sostuvo conversaciones con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, enfatizando la cooperación para frenar el flujo de inmigrantes y drogas ilegales.
En su red social Truth Social, Trump afirmó haber tenido una reunión productiva con Trudeau en Mar-a-Lago, donde discutieron temas como el comercio, la inmigración y la crisis del fentanilo. Trump advirtió que Estados Unidos no tolerará más el impacto de los cárteles de droga y el flujo de fentanilo, que describió como una de las principales causas de devastación familiar en el país.
Con amenazas de imponer aranceles del 25% a Canadá y México, Trump busca garantizar una acción más contundente por parte de ambos países para combatir el tráfico fronterizo de drogas e inmigración ilegal. Trudeau y Sheinbaum, según Trump, se comprometieron a trabajar estrechamente con su administración para abordar estos problemas de manera conjunta.
De confirmarse las medidas anunciadas, Estados Unidos podría enfrentarse nuevamente a un endurecimiento de las políticas migratorias, marcando un giro en las relaciones diplomáticas con sus vecinos del norte y sur.