En una nueva sesión del juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunta manipulación de testigos, la analista de comunicaciones Carolina Vargas, testigo clave de la Fiscalía, declaró que en ninguna de las interceptaciones telefónicas que escuchó al exmandatario dar instrucciones para mentir o guardar silencio.
Vargas, encargada de revisar las grabaciones ordenadas por la Corte Suprema de Justicia, fue enfática al responder ante las preguntas de la defensa y del propio Uribe, negando que en los audios exista evidencia de que este hubiese intentado inducir a algún testigo a falsificar información o callar.
La declaración de Vargas respalda varios de los puntos que el expresidente ha venido reiterando sobre su inocencia. A través de sus redes sociales, Uribe resumió lo dicho por la analista:
“La señora Carolina, testigo y analista de las interceptaciones, contestó que no escuchó que el doctor Diego Cadena me hubiera informado de pagos ni que se pidiera mentir o callar. También afirmó que las conversaciones eran entre abogado y cliente, y por tanto protegidas por el derecho a la defensa”.
El exmandatario también cuestionó la legalidad de algunas de las interceptaciones:
“En abril de 2018, cuando escucharon una conversación entre Cadena y Juan Guillermo Villegas, este último fue interceptado nuevamente de inmediato, a pesar de que ya sabían del error. La interceptación previa, que fue en 2015, también es relevante”.
El juicio, que ha captado la atención nacional, se centra en si Uribe, a través de su abogado Diego Cadena, incurrió en prácticas ilegales para influir en declaraciones de testigos dentro de un proceso que buscaba desvirtuar señalamientos que lo vinculaban con grupos paramilitares.
La afirmación de Carolina Vargas —considerada una pieza técnica y objetiva dentro del proceso— representa un punto a favor de la defensa del expresidente, al tiempo que reabre el debate sobre la validez de las pruebas obtenidas mediante interceptaciones.