La CONMEBOL emitió su primer informe oficial tras los violentos incidentes ocurridos antes y durante el encuentro entre Colo-Colo y Fortaleza, correspondiente a la segunda jornada de la Copa Libertadores 2025. La organización justificó la suspensión del partido debido a la falta de garantías de seguridad en el Estadio Monumental David Arellano, en Santiago de Chile.
La tragedia en la previa del encuentro dejó un saldo fatal: dos aficionados fallecidos en medio de una estampida provocada cuando un grupo de hinchas intentó forzar la entrada al estadio. Ante la gravedad de los hechos, la Policía militarizada de Carabineros de Chile intervino, aunque su actuación sigue siendo investigada.
En su comunicado, la CONMEBOL fue categórica al señalar que ni el club local ni las autoridades garantizaron la seguridad necesaria para la disputa del encuentro:
“La Dirección de Competiciones y Operaciones de la CONMEBOL informó que en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad, que garanticen la continuación del partido entre Colo-Colo (CHI) y Fortaleza (BRA) por la Fase de Grupos de la CONMEBOL Libertadores 2025, dicho encuentro queda cancelado”.
A pesar de la suspensión del partido, el caos se trasladó a las calles aledañas del estadio, donde se desató una batalla campal entre hinchas y la policía. Los enfrentamientos dejaron varios heridos y destrozos en la zona.
La CONMEBOL también confirmó que el caso será trasladado a los Órganos Judiciales de la organización para determinar sanciones y responsabilidades:
“Teniendo en cuenta que todos los procesos establecidos en el Manual de Clubes fueron seguidos, el caso será derivado a los Órganos Judiciales de la CONMEBOL para futuras determinaciones. Todas las informaciones de los hechos ocurridos dentro y fuera del estadio serán enviadas a la Comisión Disciplinaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol”.
Ahora, Colo-Colo y las autoridades chilenas se enfrentan a posibles sanciones disciplinarias, mientras que la afición y el fútbol sudamericano lamentan una nueva noche de violencia en los estadios.