Uribe celebra el Nobel a María Corina Machado y propone a Trump para 2026: “No hay Fake Nobels”

El expresidente Álvaro Uribe Vélez reaccionó con entusiasmo al anuncio del Premio Nobel de la Paz 2025 concedido a la opositora venezolana María Corina Machado, y aprovechó su mensaje público para plantear que el galardón debería volver a los conservadores el próximo año, nominando al presidente de Estados Unidos.

El Comité Nobel de Oslo sorprendió al mundo al distinguir a Machado por su trayectoria como líder de la oposición venezolana y su esfuerzo por la defensa de procesos democráticos en su país, en especial tras las controvertidas elecciones de julio de 2024. En su determinación, el comité resaltó la relación entre democracia y paz sostenible y advirtió sobre el avance de prácticas autoritarias en diversas regiones del mundo.

Desde su cuenta en X, Uribe manifestó su felicitación y añadió un pronóstico sobre el próximo Premio Nobel: “Con la felicidad del premio a María Corina, que debe repetirse el año entrante con el premio al Presidente Trump, no hay Fake Nobels”.

La reacción de Uribe se suma a una ola de mensajes internacionales. El expresidente Iván Duque también transmitió su reconocimiento a Machado, resaltando su “incansable lucha” por la democracia y la libertad en Venezuela. Para Duque, el galardón refleja el coraje de quienes enfrentan la represión y la censura.

En contraste, la respuesta del presidente Gustavo Petro generó polémica en redes. El mandatario publicó una felicitación que agrupó a Machado junto con la ambientalista keniana Wangari Maathai, lo que fue leído por algunos sectores como una muestra de frialdad institucional hacia la venezolana. Petro escribió en X: “Felicito a Wangari y a María Corina por sus premios nóbeles (sic). Wangari ha luchado por defender la vida en el planeta ante la crisis climática. De María Corina espero que ayude a que su país consiga el diálogo para mantener la paz”.

Analistas consultados señalan que la entrega del Nobel a Machado refuerza el protagonismo internacional de las demandas democráticas en Venezuela y añade presión diplomática sobre el régimen de Nicolás Maduro. Al mismo tiempo, las declaraciones de figuras como Uribe —que vinculan el premio con opciones políticas en Estados Unidos— introducen un matiz geopolítico que puede alimentar la polarización regional.

María Corina Machado, de 58 años, se consolidó en la última década como la cara más visible de la oposición al chavismo. El Comité Noruego subrayó que su trabajo por una transición pacífica y por garantizar derechos fundamentales merece reconocimiento en un contexto donde, según su comunicado, “la libertad de prensa es silenciada” y el Estado de derecho se ve amenazado en múltiples países.

La concesión del Nobel ha abierto de nuevo el debate sobre la relación entre democracia y paz, las responsabilidades internacionales ante crisis políticas y la influencia de los liderazgos conservadores en agendas globales de seguridad y negociación. Las reacciones en América Latina —entre elogios, críticas y llamados a la prudencia— seguirán marcando la agenda diplomática y política en las próximas semanas.