La guerra en el Catatumbo sigue generando estragos, especialmente en las comunidades más vulnerables. Según un informe de la agencia APN Noticias, alrededor de 46.000 niños y niñas no han podido iniciar su año escolar debido a los enfrentamientos entre grupos armados ilegales que azotan esta región del norte de Colombia.
La violencia ha convertido las escuelas en zonas de riesgo, impidiendo el regreso a clases de miles de menores. El conflicto armado también ha generado un creciente desplazamiento forzado, con más de 10.000 personas llegando a Cúcuta y otras 6.000 a Ocaña, según cifras reveladas por la Comisión Humanitaria Extraordinaria de la Procuraduría.
El procurador Gregorio Eljach Pacheco subrayó que más del 35 % de los desplazados son niños y adolescentes, un reflejo del impacto devastador que el conflicto está teniendo en la infancia y la educación en la región.
Además del impacto en la población infantil, APN Noticias reporta que los riesgos también alcanzan a los firmantes de paz que participan en procesos de reincorporación en áreas como la vereda Caño Indio. Estas zonas han sido declaradas objetivos militares por el ELN, lo que ha resultado en el asesinato de seis firmantes de paz y la desaparición de varios más.
La Procuraduría General de la Nación anunció que continuará su trabajo en el territorio para garantizar la protección de los derechos humanos y reforzar la presencia del Estado en las zonas afectadas. También hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para implementar medidas efectivas que protejan a los menores y permitan el retorno seguro a las aulas.
El informe pone en evidencia la magnitud del impacto del conflicto armado en el Catatumbo, donde la educación, la infancia y la vida misma están siendo gravemente afectadas. Mientras las comunidades esperan soluciones, la violencia sigue marcando el futuro de miles de familias en esta región de Colombia.